Reflexiones sobre el hábito que se esconde detrás de los fraudes financieros piramidales.
Por Alfonzo Torrega.

Mi fijación en los hábitos se tornó aún más obsesiva después de darle lectura al libro del autor Charles Duhigg intitulado “El Poder de los Hábitos- ¿Por qué hacemos lo que hacemos en la vida y los negocios?”. Y la palabra “congruencia” vino enseguida al común de mis reflexiones y acciones de mi día a día. De aquí que mi reflexión del día sea relacionada con las múltiples pseudo financieras en Jalisco que tras el fraude piramidal esconden hábitos importantes.

Los adjetivos negativos que invaden al fenómeno piramidal en el sector financiero tapatío, considero tienen una raíz en los (malos) hábitos, por una parte inversionistas con perfil de apostadores y por otro lado asesores financieros sin escrúpulos que dejaron de preguntarse hace tiempo ¿qué es el dinero y cuánta energía cuesta generarlo? (Para mayor referencia a estas preguntas recomiendo la lectura del bestseller “Your Money or Your Life” de los autores Vicky Robin y Joe Domínguez); en fin no pueden existir casas de apuestas sin apostadores, no pueden existir pirámides financieras sin inversionistas-apostadores.
El mal hábito principalmente se llama “amor al dinero fácil- amor a las apuestas”.

¿Y cómo reconocemos el dinero fácil?

El dinero fácil se llena de imagen y se vacía de conocimientos. Aparecen de inmediato las oficinas en torres corporativas en las mejores zonas de las ciudad, no se escatima en detalles, los primeros inversionistas-apostadores, los que buscan consolidarse como la punta de una pirámide, dejan su dinero en simple imagen y cascarón.
Llenan sus alrededores de elementos superficiales del éxito, de vehículos de lujo, guardias de seguridad, cinturones con hebillas que anuncian cuan poderoso es el dinero y qué tanto se puede comprar con el dinero (fácil) que generan.

El dinero fácil con regularidad se alimenta del secreto a voces, se piensa -si a él le fue bien, a mi por qué no habría de irme bien- la locura de ser como el otro es un gran detonante para acceder al dinero fácil. Regularmente el dinero fácil, fácil se va.

Algunos piramidistas iniciaron por superar el tabú que reza – no cuestiones a alguien cuánto dinero gana- pues es indiscutible que después de preguntar a alguien ¿Cómo hiciste para obtener el dinero? difícilmente pudo negarse a morder la carnada piramidal, donde inicia el círculo vicioso; el está ganando, yo también quiero ganar suelen decir.
Esto me recuerda un poco a como funciona el círculo de consumo de productos/ servicios, tal como lo muestra el filme “The Joneses” del Director Derrick Borte donde basta engañar bajo el manto del éxito-dinero-compras, para obligar a los demás a ser como los protagonistas y obligarles a consumir-apostar-invertir sin mesura.

El bien de muchos se vuelve el consuelo de tontos, agravado por el síndrome FOMO (de sus siglas en inglés fear of missing out – temor a dejar pasar). Es preciso acentuar que detrás de todos los que integran una pirámide financiera que se derrumba, hubo alguien que le advirtió que no era genuino generar tanto dinero en tan poco tiempo, que el dinero fácil no existe.
Hubo un ejecutivo de banco que le cuestionó a dónde se llevaba su dinero, a lo que recibieron respuestas similares a la siguiente- llevaban su dinero, el que difícilmente habían generado, a un lugar para generar dinero fácil- nada más alejado de la realidad.

Y qué tan fácil puedes caer en la trampa de formar parte de una pirámide financiera te preguntarás, la respuesta es, tan fácil como tus hábitos de apostador te lo permitan.
Podrás culpar a tu “broker” de fraudulento, pero tu hábito de apostador sabía desde un inicio que estabas en una pirámide- casa de apuestas, desde ese momento en el que sentías tu ritmo cardiaco incrementarse ante el retiro de cada rendimiento surreal mensual y tan rápido lo recibías ibas a ese centro comercial de lujo a intercambiar el dinero fácil por un bien posicional (para mejor referencia de los bienes posicionales recomiendo leer el libro “Rebelarse vende- El negocio de la contracultura” de los autores Joseph Heat y Andrew Potter). Actuabas como un apostador de Las Vegas.

Es preciso señalar que el piramidista actúa como apostador, uno de esos como el que presenta la película “El Apostador” del Director Rupert Wyatt que protagoniza el actor Mark Wahlberg, pensando que cada inversión- apuesta, salvará la pérdida pasada, o que llegará un momento en el que la suerte siempre esté de su lado.

En fin, así funcionó nuestra perla tapatía, muchos apostadores, que pusieron dinero difícil, dinero fácil, dinero bien o mal habido; se mezclaron los buenos con los malos; y al final ,solo quedaron apostadores, donde al final indiscutiblemente todos sabemos lo que sucede, “La Casa Gana”.